El diseño de Adrián Pierini para el energizante Blue Demon (una bebida energizante que poco a poco va ganando la preferencia del público joven), es un excelente ejemplo de evolución estética.
Se redimensionaron los elementos compositivos, magnificando el ícono y optimizando tanto sus formas como su impacto. El logotipo fue creado desde cero conservando como única característica el estilo sans serif de la tipografía original. La estructura marcadamente diagonal del layout es absolutamente dinámica, y transmite de forma adecuada el imaginario súper activo del producto.
En cuanto a la paleta cromática se le incorporó al azul, ya existente, el blanco y un pequeño porcentaje de rojo logrando un excelente equilibrio entre reconocimiento y personalidad.