-…así que estoy pensando en irme a Santiago, porque aquí no hay pega.
Así suele cerrar la conversación la mayoría de los diseñadores jóvenes con los que he hablado del tema. Y lo anterior, excluyendo a los colegas que optaron por vender helados en Plaza del Trébol o por trabajar como juniors en alguna empresa nada relacionada con nuestro rubro. Los años en que nos visualizamos creando nuestras propias mega agencias o nos proyectamos en una oficina con paredes de vidrio esmerilado en Porta fueron diluyéndose entre pocos o ningún encargo por parte de clientes (ni pensar en la palabra “cuentas”) que, si es que llegaron, fruncieron el ceño cada vez que tímidamente entregamos un presupuesto superior a las cien lucas, impuestos incluidos.
Ver entrada completa desde el sitio de Rodrigo Andrés Vives Cruz desde Concepción.
Gracias Jorge por repostear mi artículo.
Saludos desde Concepción.
http://www.041.cl
De seguro tu articulo interesará a todos los diseñadores de regiones, yo soy de Rancagua pero nuestro medio me hizo emigrar a Santiago. Saludos!